domingo, 15 de mayo de 2011

...constante...

Dejó de sentir todo aquello que sentía...
Como si ya no hubiera en su interior más nada,
como si alguna vez lo hubiera habido...

Decidió sentarse solo, al filo del recuerdo,
para entregar su alma,
al mudo sonido eterno de la noche.

Solo en su pensamiento,
des-veló sus ojos, para que su conciencia,
viese como agua clara...


Decidió dejar entrar a aquella, 
que tanto reclama...


...aquella que con negra silueta,
entre mortales avanza...

...solo entre tinieblas, como si no hubiera ya
                                                 más nada...
...otra luz encendió, por si acaso,
                                                 le llamara...


...solo el Minotauro, que pela sus huesos, mientras la necesidad abarca...

...en lo profundo, de la noche amigajada de estrellas, para esperar otra esperanza...

...mirando siempre, con una luz encendida, como antorcha de palabras, que se vuelan al viento y la constante, la nada...

domingo, 1 de mayo de 2011

Mareas.

Bestia salvaje que sobre mi piel cabalga
desangrándome entre la pasión y la melancolía...
Hacia dónde te lleva tan 
                                           certero des-tino?
Qué pasiones des-sangran tus noches amargas?
...es el deseo de tu piel, que se amalgama
   entre concavidad y convexidad
   embebida en alcohol de madrugada...
Insanía que te convierte, en casi perfecta parábola, 
en la vigilia de tus noches fugaces y de mi pecho arranca,
toda ilusión, toda esperanza...
¿sería en tus manos dejar tal empresa, como poner sobre brasas,
  el tiempo de mi sangre, que por mis venas avanza?
Bestia salvaje, que en mi carne se clava,
que me sorprende en caricias y que, sin mediar pausa, sus colmillos desgarran...
...mágico y dulce desborde de un instante,
   que permanece vago, en su perfume, 
   en la cálida suavidad de mis palmas...
Y el no cielo, se repite.
Y el Edén, que me ofrece tu pecado original, se evapora,
y se lava con el agua, y no llega jamás, a lavarse de mi alma...

                                   Desdichados mis ojos, que sin mirarte avanzan...
                                   Condenadas mis manos, si en tu piel no se amarran...
                                   Benditos tus labios...cuando a los míos, se abrazan...